Llegamos a Morón, provincia de Buenos Aires. Uff...nueva vida, nuevos amigos, y sobre todo…buscar trabajo.
Adaptarme no era dificultoso para mí, no voy a negar que siempre fui muy tímida, pero solo dura minutos hasta estudiar bien en el terreno en el que me encuentro y ahí arranco.
Mi primer trabajo fue en una casa de bijouterie y bolsos. Un grupo fantástico de gente, aunque me llevaba mal con el dueño, pero lo pude soportar durante casi tres años. Mi situación sentimental? Jajajaja….siempre “enamorada” de alguien ,pero oh casualidad!, estaban de novios y uno, hasta estaba casado, cuando me entere de esto, fui hasta la iglesia y de rodillas pedí perdón al Señor por haberme fijado en alguien que ya había puesto la firma, esta fue la primera y última vez que cometería el delirio de pedir “perdón”…no estaba cometiendo delito alguno, yo no sabía de su situación y lo mejor de todo, es que entre él y yo nunca paso nada más que miraditas, saludos y sonrisitas.
Entre mi adolescencia y esos tres años en Baires no me sentí bien con mi persona. Siempre fui de baja autoestima, y el que los chicos solo me miraran, sonrieran y saludaran, no ayudaba mucho. Necesitaba hacer algo más con mi vida aparte de trabajar, así que decidí empezar un curso de inglés (“decidí” es un decir, fue mi hermano mayor quien se dirigió directamente al instituto y me anoto).
Allí comencé a ser amiga de una chica la cual no recuerdo hoy su nombre. Un día salimos a bailar y conocí a un muchacho, el cual me impacto muchísimo. Me iba a buscar al trabajo y nos veíamos lunes, miércoles, sabados y a veces domingos.
Por Dios!, recuerdo el día que quería llevarlo por primera vez a casa y le pedí a papa arrodillada que le hiciera una sonrisa! Jajaja. Les cayó bien, se encariñaron con él, pero lo nuestro no funciono, con el tiempo me di cuenta que era porque no teníamos sexo.
Yo estaba criada a la antigua, y más tarde, haciendo terapia, descubrí que siempre estuve pendiente de lo que mis padres dijeran, si, ya se…si lo hacía no tenían forma de enterarse, pero yo penaba que mi cara y mis actitudes me delatarían, así que lo nuestro termino, eso sí, fue al único hombre que le rogué que no me dejara…nunca más volví a hacerlo.
Por un tiempo estuve sola, había cambiado de trabajo, me enamoraba una y otra y otra vez de esos amores que yo consideraba “imposibles”, hasta que me puse de novia con un muchacho cinco años menor que yo. Cuanto pudo haber durado?, nunca supe porque los hombres menores que yo se fijaban en mí, si bien no aparente nunca la edad que tenía…no me quedaba otra que quedarme con ellos ya que los de mi edad y los mayores no me registraban.
A todo esto, yo ya había tenido mi “primera vez”, algo de lo que no quiero hablar porque no tengo los más gratos recuerdos, y…que al pasar los años me di cuenta que me marco para volverme aún más cerrada y fría, y no solamente eso…sino que nunca me dejo hacer el amor…sino a tener solamente sexo. Contando todo esto, me doy cuenta que hasta ahí también llego mi egoísmo, si supuestamente yo estaba “enamorada”…porque solo tenía sexo con ese hombre y no sentía que podía ser algo más?. Sera porque tenía a esa persona a mi lado para no sentirme sola y lo que sucedía físicamente era solo para complacer al cuerpo?..ay...que lio me hice!!!
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