Hay personas que creen que Dios las pone a prueba y
considero que no es así. Creo que nosotros mismos lo hacemos, estamos buscando
constantemente motivos para tirar abajo toda esa Fe que hemos creado en nuestra
mente hacia algo o alguien, y así, echarle la culpa de las miserias que nos
acontecen día a día.
Cuando entenderemos que somos los artífices de nuestros destinos,
que lo hacemos y deshacemos a gusto y antojo?, cuando tendremos los suficientes
cojones para asumir que destruimos lo que construimos, solo con nuestra mente,
como si con un manotazo volteamos un castillo de arena?.
Y acá es necesario hacer nuevamente hincapié en la maduración,
pareciera muchas veces que involucionamos en vez de crecer a medida que vamos
sorteando obstáculos. No es la vida, no es Dios, no es Mahoma, solo somos
nosotros los responsables de asumir los errores, pero no hablo solo de los
cometidos por acciones, sino también de los hechos con nuestra propia mente.
Cuando tengamos Fe en algo, cuando digamos “pucha!, debido a
la necesidad NECESITO creer en esto o aquello”, mantengámoslo. Cada vez que
encontremos esas piedras, no, mejor dicho esas rocas en el camino, plantémonos frente
a ellas, y retémoslas a duelo, digámosle que no van a trabar nuestro sendero,
que tengo FE que la voy a saltar o correr, porque nada ni nadie se puede
entrometer mientras camino.
Si nos sentimos faltos de nuestras creencias, ok, démonos el
gusto de llorar, pero después sequemos nuestras lágrimas y sigamos señores!, no
puede ser que algo interfiera con nuestros planes y si eso sucede, es por
alguna razón, porque quizás tal vez no nos convenía aunque duela o moleste,
pero SIEMPRE tengamos un plan B, nunca dejemos que nuestra mente quede vacía o
estancada de proyectos solo porque las cosas no sucedieron como deseábamos.
Y hablo con conocimiento de causa, porque yo he sido así,
pero hoy mi Fe está intacta, y si bien, como siempre digo me permito caer,
nunca me quedo abajo, aprendí a levantarme de un salto