jueves, 26 de enero de 2012
SACRIFICIOS
La mayor parte de nuestra vida nos la pasamos haciendo cosas para que el resto se sienta bien, para que no salgan heridos, entonces, nos amoldamos a las situaciones ajenas, relegamos muchas cosas nuestras en pos del bienestar del otro, y, cuando decimos “basta”, cuando realmente sentimos la necesidad de que nos respeten lo que pensamos, creen que nos estamos revelando, que hemos cambiado, que ya no somos lo mismo.
Y no se equivocan, porque hemos cambiado nuestra actitud, porque empezamos a poner nuestros requerimientos sobre el del otro, porque necesitamos decir NO a algunas demandas, ya que no nos sentimos cómodos haciendo cosas solo para agradar al prójimo. Al principio derraman sobre nosotros una catarata de insultos, de improperios que al principio quizás haga que tambaleemos con nuestra decisión, pero debemos ser fuertes y no claudicar. Todo esto es total y absolutamente posible, si lo hacemos de la manera adecuada, es obvio que no nos hablaran por un tiempo, pero si esta personas realmente nos quieren, nos aprecian, después de manera calmada, volverán a nuestro lado, porque habrán entendido que tenemos los mismos derechos que ellos a que se respeten nuestro deseos y decisiones, y este, es el mejor modo para convivir, ojala todo el mundo lo pudiera ver de esta manera, los humanos tendríamos un hermoso estilo de vida.
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