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domingo, 26 de febrero de 2012

VIDA


A veces se hace imposible vivir en un ambiente done la gente está continuamente triste, y como esto se trata de hacerles ver de que en la vida se puede solucionar TODO, aun con trabas en el camino, voy a contarles que me dan ganas de zamarrear a más de uno para que reaccionen, que me fastidio y contesto mal, y que muchas veces me decaigo, ya que me siento capacitada para ayudar a que esta gente salga de su depresión, pero ellos no me dan una ayudita, no me dejan entrar.
Bueno, ya dicho la parte “mala” del asunto, voy a la solución de mi parte. Al darme cuenta que mis chistes no funcionan, que el hablarles sutilmente no funciona, que el “entretenerlos” no funciona…opte por sentarme a decirles las cosas de frente, a hacerles saber que yo no puedo estar en un lugar donde la tristeza entra por los poros, porque puedo asegurarles que así se siente cuando una está en otro nivel en la vida, y, como ya dije, no es que me resbalen los problemas, sino  aprendí a verlos de diferente manera, les hago saber que estar así los enferma no solo mentalmente sino que en lo físico también, que me duele sobremanera mirar esas caras sin sonrisas desde el alma.
Y el siguiente paso, es dejar de importarme lo que sucede, no “engancharme”, abrir las ventanas de par en par, limpiar mientras escucho una linda música que levante mi ánimo, prender un sahumerio, y dejar volar mi mente no solo a los lugares más maravillosos, sino visualizar a los que me rodean sonriendo, estando a mí mismo nivel.
Porque considero que en algún momento los voy a contagiar de esto que es vivir fácilmente, y justo ahora me viene a la cabeza algo: lo contradictorio que somos los seres humanos, amamos la vida, buscamos métodos científicos para aferrarnos a ella, no queremos irnos nunca, le tememos a la muerte, pero, mientras la tenemos…hacemos lo posible para vivir mal, pareciera que nos empecinamos en ser víctimas de todo cuanto nos rodea, no disfrutamos de esta belleza que Dios (o quien ustedes crean que es) nos ha dado para que seamos felices. Hago hasta donde puedo y hasta donde me dejan, también yo merezco vivir en plena felicidad, sin dejar que, inconscientemente, me tiren hacia su lado.

miércoles, 22 de febrero de 2012

CAMBIOS



Hoy puedo darme cuenta que los seres humanos, lamentablemente, necesitamos de un estímulo para cambiar. Y digo “lamentablemente”, porque ese incentivo siempre esperamos que venga de afuera, y no de nuestro interior, por necesidad de un cambio en nuestro ser, porque la cabeza nos lo pide, porque lo necesita.
Por ejemplo, las mujeres por lo general estamos a la expectativa de que un hombre nos diga cuanto nos desea, cuan bonita nos ve, el papel fundamental que cumplimos en su vida, para que nosotras salgamos corriendo a la peluquería, nos compremos ropa nueva, y, lo principal, pero más doloroso para mi punto de vista, es que cambiemos nuestras forma de ser, solo para agradarle a ellos.
A mí eso, particularmente, no me sucedió, todo lo contrario, ahora que lo pienso bien, creo que hasta hacia lo posible, en cierta manera, para que se fueran de mi lado. Sí, eso de ir a la peluquería y vestirme y maquillarme mejor para ellos lo hacía, no puedo negarlo, pero la revolución interna, eso que no sé cómo llamarlo y que te pide a gritos que es tiempo de movilizarse, de buscar ese cambio que te haga sentir más cómoda, nació única y exclusivamente de mi falta de comodidad conmigo misma, el no poder soportar a esta persona que hoy, está sentada frente a esta máquina.
Y lo logre, siendo que no tenía un incentivo externo, porque no lo necesitaba de esa manera, lo logre. No sé si para el afuera estoy en el camino correcto, pero…quien dicta lo que es correcto o no?, por el momento yo me siento cómoda, me siento segura con mis cambios, la necesidad de sentir paz, de buscar el equilibrio, me ayudo a “poner primera, apretar acelerador y a arrancar”.
Ahora, esto me ayuda a darme cuenta que, cuando hacemos las cosas motivados por nuestro yo interno, ESO es realmente querernos, es decir “pucha, necesito urgente una “mudanza” postura, un cambio urgente de mentalidad, porque no la estoy pasando nada bien”.
Tal vez al resto, a los que nos rodean, no les guste el cambio, acostumbrados a que muchas veces seamos alguien que se amolda a sus gustos y necesidades, no toleran que empecemos a vivir, y a dar un paso más en pos de nuestras ganas de cambiar esto que no nos hace sentir cómodos.
La experiencia me ha demostrado que, cuando hacemos ese “click” interno provocado por otra persona, las cosas no salen bien, porque, en mi opinión, dejamos de ser nosotros, perdemos nuestra personalidad, y eso, no deberíamos hacerlo jamás.
 Quiero aclarar algo, no estoy diciendo que vayamos en contra del mundo, como si nos reveláramos a él, no, soy una mujer que, a pesar que la transformación se hizo por pura y exclusiva necesidad mía, aun me pongo bonita, y me visto con ropa linda, y me maquillo y aliso mi cabello para agradarle a los hombres, eso sí, ese agrado que espero, deberá ser tanto interior como exterior, de que me serviría que acepten mi envase y no mi contenido?.
 
Para cerrar esto: amémonos, busquemos ese incentivo solo por el hecho de que, al querernos tanto a nosotros mismos, sentimos ese imperioso empuje de transmutar, de hacer cosas por sentirnos mejor, por encontrar un lugar comodísimo dentro nuestro.

jueves, 16 de febrero de 2012

APEGO

Busque en el diccionario la palabra APEGO: “Afición o inclinación hacia alguien o algo”. Lo hice porque hay personas que reclaman el que no les escriba, o les hable, y son aquellas quienes creen que el cariño se expresa solo de esta manera.
No estoy en contra de los que piensan o sienten de esta manera, los entiendo, los acepto como son, pero ellos deberían también deberían aceptar que estamos nosotros, los que demostramos de una manera diferente nuestro amor.
Y como somos? Como lo expresamos?, con otra clase de actitudes, como por ejemplo: escucharlos cuando sienten la necesidad de hablar, salir corriendo para ayudarlos en casos de urgencia, disfrutar de su compañía cuando fluya una reunión, llamarnos a silencio cuando sentimos que no debemos intervenir en sus problemas con otras personas, estas maneras también son expresiones de amor.
Lamentablemente no soy de esa clase de gente que da abrazos, o que llama por teléfono solo porque sí. Debería haber un término medio entre los seres humanos, somos pocos los que nos aceptamos tal cual somos, por lo general, exigimos del otro cosas que no damos, “si yo no lo tengo, te pido que me lo des, porque no sé de dónde sacarlo”. Y no es así, busquemos el balance, no pidamos, aceptemos lo que los otros son capaces de darnos, sin que lo pidamos, sin que exijamos.
Lo voy a comparar como cuando hacemos una fiesta a la americana: “que llevas vos?, yo las bebidas, faltaría algo para comer, lo podes comprar vos?, si!, colaboremos cada uno con lo que pueda para que la fiesta salga de lo mejor!, el otro, dentro de sus posibilidades, que lleve algo de música para bailar y divertirnos”.
Pero no obliguemos a las personas a dar lo que no tienen, dejemos que se expresen dentro de lo que ellas puedan, permitámosles que nos muestren que tesoro llevan, porque estoy más que segura, que, por más chiquito que sea, nos va a servir, nos va a alimentar, nos va a llenar, siempre estamos esperando más, y no aprendemos a disfrutar de las pequeñas cosas.
Y el apego es algo que a mí no me agrada, nunca he sentido la necesidad de estar “encima” de alguien, deseo libertad, y si dicen “no hagas lo que no te gusta que te hagan”, yo les entrego libertad también, para que puedan moverse dentro de mi vida sin que se sientan obligados para conmigo,  para que den lo que puedan, para que tomen lo que les doy, a mi manera, sin recriminar, sin pedir nada a cambio.
La vida es un boomerang como tantas veces digo, lo que entrego, recibo, y si lo que entregue no te fue suficiente, si no cumplió tus expectativas, las que tenías de mí, tomemos caminos diferentes, porque no estoy en tu vida ni estas en la mía para complacernos, estamos para ser libres y aceptarnos así, tal cual somos


miércoles, 15 de febrero de 2012

VICIOS

Lamentablemente uno de mis tantos defectos, es que fumo. Hace ya un par de días que, por falta de presupuesto, lo hago con menos frecuencia, y, tristemente, me afecta porque estoy bastante alterada.
Así que algo más que debo aprender: a controlar mis ansias, y esta espiritualidad que deseo profesar, debo aplicarla al tema al que hago referencia.
Y es increíble como cada sentimiento está a flor de piel, veo como la gente se irrita por nada, tal cual me sucede a mí. Es total y completamente cierto que se refleja en el afuera lo que nos sucede adentro a nosotros mismos, terminamos diciendo muchas veces “pucha, esto se desato en pocos días, que les pasa?”…y resulta que lo que pasa somos nosotros, considero de una manera muy personal, que atraemos lo que pensamos, y si pienso y siento irritación, eso es lo que obtengo del otro.
Pero al estar cada día un paso más adelante de la evolución, puedo darme cuenta de esto rápidamente, e intento solucionarlo. Ya muchas veces he hablado que no es fácil, incluso para mí, trato día a día de mostrarles, a través de lo que escribo, que no vivo en un limbo, que tengo problemas como cualquier otra persona, que sufro, que lloro, que me pongo mal por  la gente que quiero, pero que, al haber pasado por diferentes problemas, el haber vivido las experiencias que he querido, me quede con el deseo de ir saliendo de todo esto, de la manera más rápida. Y quiero que conste que con esto no quiero decir “bloquear”, mirar para un costado, hacerme la tarado como que “no paso”, porque en algún momento puede volver a explotar, NO!, quiero decir que aprendí a resolver de la mejor manera, como no dejar heridas dentro mío, como entender al otro, como sacar en el tiempo justo lo que duele, como afrontar los hechos en el momento necesario sin dejarlos para más adelante…porque de esa manera aplazo, y hacerlo…agrava la situación.
Bueno, para terminar con este tema, diré que asumo lo que me sucede, y trabajare para curarme de ello