A veces se hace imposible vivir en un ambiente done la gente
está continuamente triste, y como esto se trata de hacerles ver de que en la
vida se puede solucionar TODO, aun con trabas en el camino, voy a contarles que
me dan ganas de zamarrear a más de uno para que reaccionen, que me fastidio y
contesto mal, y que muchas veces me decaigo, ya que me siento capacitada para
ayudar a que esta gente salga de su depresión, pero ellos no me dan una
ayudita, no me dejan entrar.
Bueno, ya dicho la parte “mala” del asunto, voy a la solución
de mi parte. Al darme cuenta que mis chistes no funcionan, que el hablarles
sutilmente no funciona, que el “entretenerlos” no funciona…opte por sentarme a
decirles las cosas de frente, a hacerles saber que yo no puedo estar en un
lugar donde la tristeza entra por los poros, porque puedo asegurarles que así
se siente cuando una está en otro nivel en la vida, y, como ya dije, no es que me
resbalen los problemas, sino aprendí a
verlos de diferente manera, les hago saber que estar así los enferma no solo
mentalmente sino que en lo físico también, que me duele sobremanera mirar esas
caras sin sonrisas desde el alma.
Y el siguiente paso, es dejar de importarme lo que sucede,
no “engancharme”, abrir las ventanas de par en par, limpiar mientras escucho
una linda música que levante mi ánimo, prender un sahumerio, y dejar volar mi
mente no solo a los lugares más maravillosos, sino visualizar a los que me
rodean sonriendo, estando a mí mismo nivel.
Porque considero que en algún momento los voy a contagiar de
esto que es vivir fácilmente, y justo ahora me viene a la cabeza algo: lo
contradictorio que somos los seres humanos, amamos la vida, buscamos métodos científicos
para aferrarnos a ella, no queremos irnos nunca, le tememos a la muerte, pero,
mientras la tenemos…hacemos lo posible para vivir mal, pareciera que nos
empecinamos en ser víctimas de todo cuanto nos rodea, no disfrutamos de esta belleza que Dios (o quien ustedes crean
que es) nos ha dado para que seamos felices. Hago hasta donde puedo y hasta
donde me dejan, también yo merezco vivir en plena felicidad, sin dejar que,
inconscientemente, me tiren hacia su lado.
Te extraño cada día más, ya no se que hacer, necesito que me digas las cosas de frente, no sostengo mas nada, todo vuelve en un sentimiento desgarrador. Te extraño, volve un ratito
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