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viernes, 13 de enero de 2012

ENSEÑANZA



Otra cosa que he aprendido, aunque a veces me cuesta entenderlo, es a no esperar algo de los demás. Siempre ayude de la manera que pude porque realmente me nacía así, pero cuando estas en un momento crucial, esperas que las personas que más allegadas a vos son, actúen como vos lo hiciste o, en su defecto, del modo que les salga. Pero me termino sorprendiendo porque empiezan a aparecer seres justamente de los cuales no pensabas obtener nada y los otros se encuentran “desaparecidos”.
Al no estar presentes la personas que vos creías que iban a estar, no disfrutas de los que si se encuentran en esos momentos. Ahora yo aprendí a hacerlo, y juro que me alegran el alma, sobre todo aquellos los que jamás les vi la cara, que solo me conocen a través de una red social, esto es hermoso, porque saben poco de mí, y, sin embargo, están de manera incondicional.
Y hablando de gente que está en nuestra vida, se han puesto a pensar que esas personas seguro ya han recorrido otras vidas con nosotros?, no es mágico esto?. Claro, solo para aquellos que creemos en la reencarnación, para el resto es solo “cosas de la vida”.
Siempre pensé que las personas que aparecían en mi vida eran porque si, porque me mudaba mucho y era normal conocerlas, pero, pasado el tiempo y en la eterna búsqueda de las respuestas, me di cuenta que, si están en mi presente, por algo es. Que significa esto?, que en otras vidas, ellos han estado con nosotros, han sido parte de nuestro cotidiano, han pertenecido a nuestra familia, a nuestros amigos o compañeros, aun, aquel que solo hoy aparezca por un corto lapso de tiempo. Hay una persona a la que reconozco en el presente, haberla conocido en otra vida: Marisol, mi amiga chilena, es la única que logra estar en mi memoria inconsciente.
El estar conscientes hoy de esto, es esencial, ya que nos ayuda a entender muchas cosas, nos ayuda a conocer los porqués, nos ayuda a comprenderlos y a comprendernos. Sé que a los miembros de mi familia, quizás nos a todos, pero si gran parte de ellos, me los seguiré encontrando en otra vida, porque a veces (y estoy pecando tal vez de soberbia), me siento como una maestra con ellos, algunos logran entender lo que les enseño y otros no, como ya lo he mencionado.
Y si tengo que volver a transmitirles lo que sé, no renegare de ello ni dudare, porque poco a poco voy encontrando mi rumbo, voy hallándome, voy descubriendo para que me trajeron a este mundo, a que fui enviada, y me enorgullezco de ello, aunque a veces la paciencia parece limitada, pero estoy muy segura que va a llegar el momento en que me superare a mí misma.