Ayer hablaba con mi hermano, estaba en su casa, con su computadora, y leía mensajes que me dejaban mis contactos diciéndome lo mucho que me extrañaban (ya que no estoy conectada todo el día como antes), que necesitaban de mis opiniones y yo le decía a Martin lo mucho que me llenaba el alma leer eso.
Él me dijo que a eso se le llamaba ego, yo le conteste que no me parecía, ya que lo que le conté, no me hacía sentir “Uhhh, que importante que soy, no pueden estar sin mí, y si les doy una opinión es porque soy necesaria”. No, nada más lejano, me LLENA EL ALMA de verdad, si logro sacar una sonrisa yo también sonrío, porque no me gusta saber que la gente sufre, aunque haya aprendido a lo largo del camino que todo sufrimiento es por propia elección, inclusive la mía por los demás, pero si puedo enseñarles lo que aprendí, y si eso les llega a funcionar…pucha que me hace feliz!.
A veces algunas personas logran que me dé por vencida, que me sienta mal por no poder ayudarlos, pero no debería ser así. Yo necesito aprender que debo dejar de intentarlo, pero diciéndome a mí misma “hiciste lo que pudiste, hasta donde pudiste...y hasta donde te dejaron llegar, de ahora en más es necesario que ellos continúen solos la búsqueda, que piensen por si mismos que les hace falta para cambiar sus vidas, que necesitan”. El problema es la mayoría de las veces me gana el pensar que no me gustaría que se fueran de esta vida sin haber aprendido a no sufrir, a que hay que respetarse tal cual somos ,aunque no es NADA fácil eh!!!, pero bueno, he de aprender que necesitaran otras vidas las veces suficientes para poder entenderlo.
